La notable prevalencia de la periodontitis crónica (“enfermedad periodontal”) entre las personas diabéticas ha motivado mucha investigación acerca de los mecanismos que vinculan a estas dos enfermedades entre sí.
Hasta el momento todos los hallazgos indican que se trata de una relación causa-efecto recíproca: la diabetes predispone a quien la sufre a tener problemas inflamatorios e infecciosos en la boca y, a su vez, la enfermedad periodontal crónica hace que los niveles de azúcar en sangre sean más difíciles de controlar.
La Asociación Americana de Diabetes (www.diabetes.org) ha establecido que las personas con diabetes corren un mayor riesgo de periodontitis porque generalmente son más susceptibles a infecciones bacterianas y tienen menor capacidad de combatir las bacterias que invaden las encías. Al tiempo, las personas afectadas por la enfermedad periodontal, aunque no tengan diabetes, tienden a manifestar problemas con la correcta regulación de los niveles de glucosa en sangre (insulinoresistencia).
Lógicamente, si en estos pacientes concurre además la diabetes, la enfermedad periodontal puede tener efectos negativos sobre la evolución de su enfermedad general. Y viceversa. Por este motivo, es especialmente importante que las personas diabéticas sigan unas pautas de higiene bucodental muy minuciosas y complementen estos cuidados con la realización periódica de revisiones bucodentales –al menos cada seis meses– que permitan controlar el avance de la enfermedad.
Un estudio periodontal detallado servirá además para establecer qué medidas de prevención adicionales, como higienes profundas, raspados y/o curetajes, puede ser necesario realizar y con qué periodicidad, para asegurar al máximo unos niveles de salud y bienestar óptimos. No olvide asimismo informar al equipo clínico durante sus visitas de cualquier cambio que se produzca en su estado de salud y de si está tomando algún medicamento, de forma que podamos adaptar los cuidados bucodentales a sus necesidades especiales.
PRINCIPALES PROBLEMAS BUCODENTALES ASOCIADOS A LA DIABETES
Aunque la enfermedad de las encías es el más habitual de los trastornos bucodentales asociados a la diabetes – más de un tercio de las personas diabéticas padecen problemas periodontales –, no es el único.
Por un lado, el uso de medicamentos y las alteraciones metabólicas que padecen las personas con diabetes pueden provocar el llamado síndrome de boca seca (xerostomía), una reducción de la producción de saliva que genera problemas de alteración del gusto, así como al comer, hablar, tragar o llevar dentadura postiza.
Esta menor producción de saliva facilita, por otra parte, la acumulación de placa dental y la bajada de defensas orales contra las bacterias, lo que aumenta la predisposición a padecer caries dental e infecciones por hongos (micosis y candidiasis).
En última instancia, y teniendo en cuenta que una enfermedad grave de las encías produce pérdida de tejido gingival y óseo, las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir pérdida de dientes si no se tratan adecuadamente.